domingo, 25 de mayo de 2008

La Argentina de la que nos olvidamos

En un día como hoy pero de 1810 y aprovechando que los Borbones habían sigo depuestos por Napoleón, y que en su lugar dejo a su hermano Pepe Botella....ejemmmm...José Bonaparte; y dado que la mayoría de los criollos de entonces en realidad querían sentarse a la mesa de otros gobiernos que no eran precisamente el español, salvo unos pocos que realmente querían ser un pueblo libre (como uno de los cuales sus contemporáneos decían que tenía una dudosa sexualidad, y otro a quien mataron en alta mar seguramente con una alta dosis de arsénico); iniciaron lo que unos 6 años más tarde y algo más alejado del puerto daría origen a la Independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata; y que luego de años y sangre (inútilmente derramada, porque al final al parecer los que ganaron fueron los de afuera) darían origen a Argentina, Bolivia, Paraguay y Uruguay.

En la escuela, los que tienen mas de 25 años (ojo, no se me cayeron las sotas, sino que es cuando más o menos empezó a caer más la educación), tuvimos que aprendernos la semana de Mayo como por 3 o 4 años, empezando por los acontecimientos el Viernes 18 de Mayo para terminar con un bonito cuento el Viernes 25 de Mayo, y ¿por qué digo cuento?, fácil porque siempre nos vendieron que el pueblo se agolpó en la Plaza de la Victoria (lo que hoy es Plaza de Mayo), bajo los paraguas porque llovía, y que French y Beruti repartían cintas celestes y blancas.....cuando en realidad:

1) no hay registros de que haya llovido.

2) si bien el concepto de paraguas esta en forma de sombrilla, que solo se usaba para protección del sol por las mujeres, aún no se usaba para la lluvia, y aún estaba latente la historia de aquel loco inglés de nombre Jonás Hanway que en 1750 usó un paraguas y todo Londres lo maltrató.

3) French y Beruti, no repartían cintas celeste y blancas, sino rojas y blancas o rojas (aun no está muy claro si era un solo color o dos); y French y Beruti, no lo repartían por ser muy buenos patriotas, esa era la forma de identificar a los partidarios de la revolución a los cuales ellos dejaban pasar a la plaza, los otros no se animaban a pasar. O sea que, solo estaban haciendo de “patovicas” en la plaza.

La verdad es que me duele como se acomodaron los hechos para que algunos salieran airosos cuando en realidad solo querían formar parte de lo que más tarde (unos 100 años) sería conocido como el “Commonwealth of Nations”, y como para eso ensuciaron a muchos que llevaban reales intenciones de una Patria Grande, dejándolos morir en la pobreza, en la soledad y muchas veces lejos de su lugar. Pero lo que más me duele, es cómo aún hoy lo siguen haciendo, tanto ensuciando como tratando de pertenecer al Commonwealth, sin importarles realmente sus compatriotas; y quizás duele más cuando intentan borrar la historia, porque ya no la disfrazan, ni siquiera la enseñan, dado que como una vez alguien me dijo cuando era solo una niña y produjo en mi el terror mas grande de mi vida: “lo que pasa es, que un pueblo ignorante es un pueblo fácil de dominar, ya que se puede manejar a voluntad”; entonces traten de pensar, ¿qué es de un pueblo que no conoce su historia?, aunque sea una parte de ella, no digamos las dos versiones (la de los ganadores y la de los perdedores), sino, ningún motivo por los cuales los hombres y mujeres anteriores a ellos dieron su vida para ellos puedan crecer y ser libre; y de como nos dejamos ganar por unos pocos que responden a intereses externos y extraños a nuestro pueblo, y ya sin ninguna identidad los aceptamos y a veces hasta los reverenciamos.

Quizás haya para nosotros algún otro 25 de Mayo, no sé de que año, pero que lleve la razón de verdadera revolución que lleve a una real independencia, que nos haga realmente pensar en nosotros como Pueblo, como Nación unida que lamentablemente no fuimos; sin necesidad de derramar sangre, y menos de nuestros hermanos; que seamos capaces de dejar de lamer las botas extranjeras para ocuparnos de nuestros compatriotas que nos necesitan y se están muriendo de hambre y de conocimiento.

Tengo aún esperanza en mi Pueblo, el crisol de raza del que estamos hechos, y que hasta ahora solo ha servido para separarnos, nos tiene que servir para darnos cuenta que estamos hechos de buena madera, no para echar humo en chimeneas ajenas, sino para arder con gran llamarada que ilumine el mundo desde nuestro hogar.

¿Brillaremos como un sol, como un sol del 25 de Mayo?

Yo creo y espero que si.