viernes, 15 de agosto de 2008

Tiempo Frío


Duró tan solo lo que dura un verano;

yo buscaba aferrarme a algo, tu no sentirte tan solo;

dos lineas se cruzaron en el espacio y el tiempo equivocados;

y dos caminos se encontraron, una noche de verano.


Tus manos, tus caricias y tus ojos estrellados;

mis manos, mis caricias y mis temores a perder algo;

provocaron una conjunción de momentos errados;

que solo nos llevó a confundir y a hacernos daños.


Historias que antes de nacer murieron;

historias de incomprensión y a destiempos;

de espectros que revolotean entre dos cuerpos;

de imágenes viejas que nos van venciendo.


Frías lágrimas cayeron del cielo,

sobre el verano que se fue yendo

fría lluvia cayendo en el otoño,

sobre tus caprichos y tu falta de freno.


Fuimos testigos, solo testigos;

de ese azar que cruza los caminos;

pero nuestros relojes marchaban fuera de ritmo;

y debimos seguir solos buscando nuestro destino.


Solo pretendí pedirte un poco mas de tu tiempo;

a cambio me exigías un poco más de valor;

pero las cosas se nos fueron de las manos;

y el verano sin querer se nos escapó.


Frías lágrimas cayeron del cielo,

sobre las sábanas que cubrieron la pasión;

fría lluvia cayendo en el otoño,

sobre las sombras de la desilusión.


Fue tan fácil para ti enterrarme en el olvido,

y abrir una llaga en este pobre corazón;

no te diste cuenta que crucificaste mi deseo,

de construir un mundo mejor para los dos.


Pero no eres, ni serás nunca jurado,

para condenar por mis temores, a mi amor;

que las palabras mueren en el silencio, eso lo acepto,

pero mi pasado solo a mi me mató.


Quizás debí decir te quiero en ese momento,

quizás solo esperaba que me dieras la ocasión;

pero el pasado, ha pasado y ya está muerto,

como el amor que tu veneno mató.


Frías lágrimas cayeron del cielo,

sobre tu impaciencia y tu desapego;

fría lluvia cayendo en el otoño,

sobre el error de no confesar lo que sentí a tiempo.