sábado, 15 de marzo de 2014

Luces y Sombras de mi Alma (presentación y comienzo del viaje)


Los primeros rayos de sol, provocaban un efecto calidoscópico sobre la gris y siempre húmeda Buenos Aires, los rosados colores del amanecer reflejados en los vidrios de las ventanas se mezclaban con los coloridos árboles que bordean las avenidas del centro, en un otoñal día de finales de marzo.  Todo parecía tranquilo aquel jueves Santo, pero la tranquilidad se interrumpió con un llanto proveniente de una maternidad del barrio de Flores;  en aquella clínica, a media mañana una niña vió la luz de una sala.  El llanto tal vez fuera provocado por el trauma de nacer, ó tal vez, porque sentía perder ese equilibrio que uniéndola a su madre la hacía sentir segura;  de todas formas, ella sabia, que ya no había vuelta atrás;  una vez que despiertas a la luz de la vida, solo tienes un camino, seguir hacia adelante.
Aquella niña, había sido marcada;  marcada por un nombre y un apellido que la uniría a una historia en común con un grupo de personas;  marcada por un numero dado al nacer, que la uniría a otro grupo mucho mayor;  marcada con una religión.  Demasiadas marcas quizás para una personita que apenas tenia segundos de nacida.  Pero, al fin y al cabo, todos llevamos las marcas, marcas que nos hacen únicos e inimitables, solo que algunos la muestran mas que otros.
Los primeros meses, fueron quizás, los mas difíciles;  ella debía adaptarse a su grupo, y el grupo debía adaptarse a ella.  No es fácil la adaptación cuando aún no eres capaz de comunicarte con palabras, cuando no sabes como expresar lo que sientes;  cuando todo te deslumbra, todo te sorprende.  Algunos piensan que siendo la menor, una tiene ventajas;  no se si es tan cierto, los hermanos mayores, siempre, en algún grado u otro, provocados por los celos, logran sacarnos nuestros primeros llantos provocados por terceros.  Muchos dicen que, los hermanos menores sobreviven a los mayores, y por experiencia propia, se que esto es muy cierto.
Así soy, ¡vaya combinación!;  una simple mujer argentina, nacida al comienzo de la década de 1970;  bueno, tal vez no sea tan simple;  la década en la que nací fue muy turbulenta en mi país;  y tal vez porque me guste observar, o como dicen algunos sobre mi, sea sensible, los acontecimientos de esa década me marcaron hondamente, dejando huellas y heridas aun abiertas.  Pero sobreviví, al igual que algunos de mis sueños;  y no ha sido fácil, pero tampoco me ha sido tan difícil.  La verdad es que corrí con ventaja, la ventaja de tener la familia que tengo;  "cada casa es un mundo" dicen por allí, aunque pienso que mas bien, cada casa es un universo, a veces distinto, otros, paralelos;  y como el universo poseemos millones de soles, de agujeros negros, mucha materia oscura guardada en el centro de nuestra mente y de nuestro corazón.  Lo que estoy intentado es limpiar un poco mi interior;  abrir mis ventanas para que entre el sol;  compartir un pedacito de mi universo.  Porque cada universo es único, especial, maravilloso y maquiavélico;  pero sin interactuar uno con otro, se pierde, se enferma, se detiene.
No pretendo juzgar a quienes han rozado mi universo, y no deseo ser juzgada;  algunos podrán conocer un contorno mayor de mi universo, pero lo que sucede realmente en el interior, en el centro mismo de mi galaxia, solo lo conoce una persona, yo.  Por esta razón creo que, nadie podrá jamas juzgar al otro;  ¿quién conoce realmente lo que pasa en el corazón y la mente del otro?, ¿quién puede decir a ciencia cierta, que realmente se conoce a si mismo?
Nunca supe bien que me impulsa a escribir, pero algo dentro mio siempre me ha obligado a hacerlo;  no tengo pretensiones de ser escritora, solo tengo la pretensión, de no escribir mal.
Aquí comienza mi trabajo como guía de turismo, guiare a quien quiera leer, por mis dantescos paisajes;  cada uno de los círculos a veces parece estar desconectados, pero veremos que siempre hay puentes, que por mas delgados o endebles que parezcan, conectan cada una de mis capas.  Pero debo ser sincera estimado/a turista, si bien llevo muchos años en este paisaje, recorriendo cada calle;  me he perdido también en ellas, algunas cosas se me han extraviado o quizás me las he olvidado en algún cajón, he encontrado otras, he robado algunas, y he regalado otras tantas.  Seré guía en un universo que aún, no conozco por completo;  del cual pude descifrar algunos signos, pero otros me siguen velados.  Tal vez tú, turista en este universo, puedas ayudarme a terminar de descubrirlo.


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